Hay varios aspectos claves de un PRM bajo la responsabilidad primaria del equipo de anestesiología, incluyendo la disminución del estrés quirúrgico, terapia de fluidos, analgesia, y manutención de la normotermia y glicemia normal. Se utiliza un protocolo de anestesia que permita un rápido despertar. El bloqueo neuromuscular profundo puede ayudar en la exposición quirúrgica durante una laparoscopía a presiones bajas de neumoperitoneo.
Para mayor información, ver el capítulo 6: “The Role of the Anesthesiologist in Reducing Surgical Stress and Improving Recovery” en el Manual SAGES/ERAS Programa de Recuperación Mejorada para Cirugía Gastrointestinal.