Un Programa de Recuperación Mejorada (PRM) comienza en una bien establecida consulta preoperatoria. La meta de la optimización preoperatoria es mejorar la reserva fisiológica para tolerar mejor el estrés quirúrgico.
Nutrición: Los pacientes deben referirse al nutricionista si están en riesgo de malnutrición y recibir suplementos para optimizar las reservas antes de la cirugía. El uso rutinario de suplementos nutricionales por vía oral en pacientes bien nutridos parece no conferir ningún beneficio (1).
Control glicémico: La hiperglicemia es un factor de riesgo de complicaciones, y los pacientes con un pobre control de su diabetes deberían identificarse con HbA1C y optimizados de modo conjunto con endocrinología. Aunque la glicemia debería ser chequeada en la mañana de la cirugía y controlada peri-operatoriamente, el nivel de glucosa óptimo no se ha establecido aún (2).
Los pacientes de edad avanzada deben ser valorados en su riesgo de delirium, habilidad cognitiva y fragilidad (3).
El fumar: Aumenta el riesgo de complicaciones pulmonares, incisionales, y de fuga anastomótica en cirugía colorectal (4). El establecimiento de medidas preventivas de modo intensivo y temprano con al menos 4 semanas de antelación a la cirugía tiene mayor probabilidad de tener impacto en la reducción de complicaciones, en comparación con periodos más breves o poco intensivos (5).
Alcohol: Las complicaciones se incrementan en grandes consumidores de alcohol (más de tres unidades de alcohol por día)(6). El establecimiento de medidas preventivas que apunten a reducir el consumo puede reducir las complicaciones (7).
Para mayor información, ver el capítulo 3: “Medical Optimization and Prehabilitation” en el Manual SAGES/ERAS Programa de Recuperación Mejorada para Cirugía Gastrointestinal.