Analgesia multimodal: Un óptimo manejo del dolor a través de la eliminación de opioides es clave para lograr la recuperación del paciente. Además, el pobre control del dolor agudo es un fuerte factor de riesgo para desarrollar dolor crónico. Se recomienda un manejo multimodal utilizando estrategias antes, durante y después de la cirugía.
Intraoperatoriamente: En cirugía abierta, el bloqueo neuroaxial con una epidural alta combinando anestésicos locales con adyuvantes disminuye las complicaciones y reduce la respuesta al estrés quirúrgico, además de poseer excelente analgesia (1). Sin embargo, la epidural retrasa la recuperación en cirugía laparoscópica de colon en un PRM, y otras técnicas como la anestesia espinal y la anestesia controlada por el paciente resultan siendo mejores opciones (5,6). El bloqueo bilateral del plano transverso abdominal inyectando por lo menos 15ml de anestésico de larga duración puede realizarse bajo guía endoscópica o por el cirujano intraoperatoriamente (2,3). Antes de la incisión se utiliza infiltración de puertos operatorios con anestésicos locales de larga duración. Como complemento a opioides sistémicos se utiliza una infusión de lidocaína endovenosa administrada en quirófano y mantenida en la sala de recuperación, lo cual tiene propiedades antiinflamatorias, reduce el consumo de opioides postoperatorios y acelera la función gastrointestinal en casos de colectomía laparoscópica (4).
Para mayor información, ver el capítulo 6: “The Role of the Anesthesiologist in Reducing Surgical Stress and Improving Recovery” en el Manual SAGES/ERAS Programa de Recuperación Mejorada para Cirugía Gastrointestinal.